jueves, 5 de julio de 2012

Las otras que hay en mí

Pasando de puntillas sobre Asterión


Entro aquí de puntillas.

Desde que comencé a escribir regularmente para Publishing Perspectives, en febrero pasado, el castellano me esquiva.

O yo lo tengo arrinconado. ¿Cómo saberlo?

Ha sido una experiencia de doble filo. Por un lado, lanzarme sin red a escribir profesionalmente en un idioma que he amado desde pequeña, pero que no es el mío, fue de una efervescencia embrigadora. Porque no es una cuestión restringida a "encontrar la palabra justa", es un viaje completo a otra forma de entender la realidad. Para escribir en inglés, tuve que encontrarme con otra Julieta, una que hasta ese momento había jugado solo el papel de lectora atenta de una tradición que le es ajena. El encuentro fue fascinante y me tuvo, como pasa en los enamoramientos de verano, absorta por un buen tiempo. Pero este encuentro feliz involucró una pérdida: la de la inmediatez de mi lengua materna.

El inglés es un amante despótico. Son tantos los recursos que me exige poner en práctica para no traicionarme, que quedo agotada para mi cita con el castellano.

Todo esto para decirles que no he dejado de escribir y de reflexionar sobre los libros, pero que de alguna manera esas íntimas actividades las hace otra, la que se va con el inglés.

El link que encontrarán más abajo es algo que hubiese querido escribir en este blog, en castellano. Pero lo escribí en inglés, y soy incapaz de traducirme a mí misma.

Trata de una editorial argentina, Eterna Cadencia que, junto a una empresa de publicidad hizo un libro con fuerte olor a amóniaco cuyas palabras desaparecen en contacto con el aire. Dijeron que lo hacían para promocionar la lectura de nuevos autores latinoamericanos. Para que la gente los leyera rápido y así pudieran publicar su segundo libro. El libro circuló en el cenáculo de los periodistas culturales y los entendidos en publicidad. Nunca se pensó para llegar a las librerías. Como happening, distó mucho de estar a la altura de los que organizaba Marta Minujin en los años setenta. Como libro, obturó su mensaje al crear un medio artificial. Artificial porque no fue el medio para el cual los autores pensaron las condiciones de producción de sus textos.

El artículo se titula "Further Proof That Print Books Are Disappearing, Literally". Espero que lo disfruten.

También espero volver por aquí más a menudo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Julieta.
Tu entrada me ha hecho recordar al tan admirado Angel González : "Necesito una palabra, una palabra sólo". Entiendo el desdoblamiento del que hablas, algo parecido me sucede con el francés. Alguien dijo que cada idioma nos hace pensar de forma distinta ¿Será verdad?. Imagina lo extraordinario que hay en ello.
Gracias por esta entrada, y por tantas cosas...

Anónimo dijo...

Me falta una palabra, una palabra
sólo.
Un niño pide pan; yo pido menos.
Una palabra dadme, una sencilla
palabra que haga juego
con...
Qué torpes
mujeres sucias me interrumpen
con su lento
llorar...
Comprended: cualquiera de vosotros,
olvidada en sus bolsos, en su cuerpo,
puede tener esa palabra.
Cruza más gente rota, llegan miles
de muertos.
La necesito: ¿No veis
que sufro?
Casi la tenía ya y vino ese hombre
ceniciento.
Ahora...
¡Una vez más!
Así no puedo.

Ángel González, «Áspero mundo» (1956

Anónimo dijo...

Exacto. Era "Me falta una palabra...". Gracias, Anónimo...

Anónimo dijo...

¡Por qué se comenta sobre edición en español en inglés sin publicar los mismos mensajes en español en el sitio de la Fundación el Libro?
Me parece que les hace falta un baño de Jauretche. Pero quizás se ahoguen porque no saben nadar...

Julieta Lionetti dijo...

Mucho me temo que el interés de la Fundación el Libro en el boletín que escribo ha sido un estado de ánimo pasajero.

No sé por qué nunca tradujeron nada de eso. Yo, ya lo he explicado, soy incapaz de traducirme a mí misma. Cualquier traductor avezado lo entendería a la primera.

Hace ya tiempo que, con Ed Nawotka, el jefe de redacción de Pub Perspectives, nos preguntamos si no habría interés en el mundo hispanohablante por una versión castellana del boletín. Tal vez sí, tal vez no. La industria editorial en español, a ambos márgenes del Atlántico, nunca ha sido capaz de sostener una publicación de ese tipo. Tal vez no lo hayan hecho por timidez, tal vez estén convencidos de que no hace falta. Todo esto me escapa.

Anónimo dijo...

Ninguno de tus textos tiene una extensión que amerite semejante explicación... En la actualidad cualquier traductor automático realizaría la mitad de la tarea y la otra mitad sería una "macheteada" de tus propias ideas.... El corportativo editorial argentino necesita voces críticas para instalar el debate.
Otro sería el argumento si partiésemos del análisis de la materialidad, del uso de tu tiempo y tus recursos. En ese caso, nadie podría cuestionarte ni exigirte nada porque nadie ofreció financiar tu dedicación en castellano. Coincido en que ni la Fundación El Libro, ni la CAL...., han creado espacios de reflexión sobre la producción editorial. Tampoco los españoles institucionalmente. Sí hay que reconocer al grupo de blogueros peninsulares que suplen con voluntad, militancia profesional y conocimiento de potrero lo que falta en las gremiales empresariales y en la academia; con la excepción de la Fundación Ruiz Pérez y su excelente sitio. Gente de Libro y tu Blog fueron dos intentos porteños pero sin el ímpetu y la pimienta que a veces traen los posteos ibéricos.
En la fundación los espasmos de la Feria no se prolongan durante el año y en la CAL surgen algunas iniciativas pero no dejan de ser espasmos dentro de una queja continuada de pymes que "anecdotizan" su cotidianeidad sin aplicar mirada larga y reflexión sobre el futuro de su propia actividad...
Espero que estas chicanas expresadas con el mayor de los respetos sean un aliciente para que retomes la dinámica en el blog sudaca....

Julieta Lionetti dijo...

No creo que tus chicanas basten para que retome el blog con mayor periodicidad.

Y,como bien dices, si visitas Pub Perspectives usando Chrome, el traductor de Google te traducirá la página en automático. Lo demás lo pone tu imaginación. Por tanto, no entiendo de qué te quejas.

Los blogueros españoles, que hacen tan buen trabajo, lo hacen también en una realidad editorial bastante más estimulante que la nuestra.

Mi decepción generalizada con lo que está ocurriendo en todo el mundo del libro de habla castellana está también bastante relacionada con mi relativo silencio.

Buena suerte con el traductor automático. Es el futuro, uno de los futuros.

Dédalus dijo...

Enhorabuena por tu blog, Julieta. Es muy interesante lo que uno puede descubrir y leer en él.

Saludos transatlánticos.