lunes, 4 de julio de 2011

Fijémonos en el precio

Ya está a la venta el nº 15 de la revista Trama y texturas, que todavía no he visto, porque el ejemplar que me ha enviado Manuel Ortuño, su editor, todavía está cruzando la Mar Océana.

Esta publicación merecería tener una versión en línea, porque es uno de los pocos espacios de reflexión de los profesionales del sector, tanto del ámbito hispánico como de fuera, y ayudaría a estructurar los temas que nos preocupan a ambos lados del charco.

Mientras esperamos esa simultaneidad de lecturas, y a pedido de varios colegas, comparto aquí un enlace a mi artículo "De eso no se habla", que aparece en este número. Son unos pensamientos fragmentarios sobre el tan silenciado tema del precio fijo de los libros y el mito del fomento de la diversidad cultural.

Me gustaría que el blog sirviera para abrir una discusión sobre el tema, de manera que los comenarios, como siempre, son más que bienvenidos.

Espero que lo disfruten y que se suscriban a Tramas y texturas, aunque el proceso es complicado de momento. Algún día, los editores aprenderemos que el desarrollo de una buena experiencia de usuario es tan importante como la elección de la tipografía adecuada.

6 comentarios:

Elena Rius dijo...

Un artículo muy interesante. Este es un debate muy necesario, sobre todo ahora. No sirve esconder la cabeza debajo del ala.
Respecto a Trama y Texturas, a mí también me parece incomprensible que no haya edición en línea. Por cierto, en una de mis últimas visitas a la Biblioteca de Catalunya solicité que pusieran esta publicación a disposición de los lectores, mediante petición previa como está hasta ahora. A ver si se deciden.

David Soler dijo...

Yo, con tanto insistir en el "desaprender", debo haber desaprendido del todo porque no entiendo eso de la extraterritorialidad y el afán de algunos gobiernos, gremios y empresas por tratar la naturaleza de Internet igual que tratan sus negocios de siempre del mundo físico. Supongo que alguna solución técnica habrá pero, sinceramente, no la veo nada clara. Se aprenden muchas cosas en Internet cuando uno se dedica a observar, escuchar y navegar y una de ellas es que siempre hay una solución para saltarse los "parches" que sucesivamente ponen algunos. Pero en fin... digamos que es posible, sí, pero es una estupidez supina.

No tengo muy clara la discusión ni el alcance del precio fijo. Si me preguntan a lo bestia diría que no, que en eso soy muy yanqui. Pero también entiendo la postura de Manuel Gil. Pero lo que sí tengo bastante claro es que la discusión del precio y del impacto de los distintos precios se sobredimensiona.

Me iré a los 90 y a los kioscos porque yo estaba allí y lo viví de primera mano ;) Nosotros vendíamos libros al 50% del precio que tenían en librerías, como también hacíamos, sin tanta diferencia, con las películas. Algunos libros aún estaban en librerías. De un número 1 no se vendían menos de 60 mil ejemplares en 10 días. Y la media de venta de una colección estaría sobre los 2 a 3 mil ejemplares. Y nunca, nunca recibí una queja ni de un editor, ni de un librero ni de un consumidor. ¿Por que? pues probablemente porque el público era distinto. Seguro que un porcentaje era coincidente con el de la librería pero en su mayoría no. Y lo mismo pasaba, en sentido contrario, cuando vendíamos los famosos armables (los gadgets) donde eramos, por lo menos, un 30% más caros. Así que la diferencia era que el consumidor era otro y, además, que ese consumidor no era tonto (otra cosa que me molesta, que las empresas piensen que sus clientes son estúpidos... que son clientes o lectores, solo son personas). Y no era tonto porque era capaz de distinguir que ese libro tenía otro formato de igual modo que sabía que el armable era más caro pero que podía pagarla "a plazos" o dejar de comprarlo en cualquier momento.

Lo mismo pasaría, pues, con los supers. El auténtico lector no irá a Carrefour a comprarse un libro. Lo hará el que compra por impulso, el mismo que compraba en kioscos, o, no digo que no sea posible, el que busca la oferta.

Y hablando de oferta o de precios distintos ¿de que sirve trivago o carritus? Pues simplemente son negocios web que comparan precios de distintos establecimientos ¿hace eso que los caros cierren? pues no. En mi casa hay dos supers separados por 50 metros, uno más barato que el otro pero los dos llenos siempre. Esa comparativa de precios hace años que la hace Ciao. Lo mismo pasa con abogados, arquitectos, consultores, coches, etc. etc... Mismo producto, dos precios distintos. La gente compra por muchas razones más allá del precio.. o por lo menos lo hace más gente de la que creemos. Ese es uno de los secretos de los grandes vendedores y de los cursos y seminarios de venta. Explicarte que el precio no lo es todo.

Siempre será más transparente un precio libre que uno fijo que todo el mundo hace lo posible por saltarse de algún modo. Y, en mi opinión, ayudaría a regenerarse a un sector un tanto inmovilista que, en cualquier caso, le viene una época muy movida por la parte de los editores. Aunque ellos no lo tengan muy claro. El peligro no es solo Amazon o iBooks, son la pleyade de start-ups que van a salir con modelos de lo más variopinto e imaginativo y con gente que sabe lo que hay que hacer para vender en Internet.

En fin, no quiero monopolizar la discusión. Podría escribir un ratito más. Siento el rollo. Más que un comentario me ha salido un post, aunque un tanto desordenado. Sorry

Huele a bits dijo...

El último punto comentado en el artículo también se presta a debate. Creo que el entorno digital abaratará las posibilidades editoriales y los oligopolios se diluirán con la llegada de competidores a los que les será posible embarcarse en el sector del libro.

En cuanto al precio en sí, creo que cuando los ciudadanos (en este caso digitales) empezamos a cuestionar un tema, éste deja de ser tabú por más que a los lobbies les interese no removerlo. Así que tenemos que seguir en ello.

Un saludo.

David Soler dijo...

Dejadme hacer una puntualización porque he dicho algo que no suelo decir y sobre lo que no creo: "auténtico lector". No existe un lector auténtico o no es más auténtico el que compra en una librería que el que compra en el Carrefour. Los dos son lectores con hábitos y circunstancias distintas.

Hubiera sido más apropiado usar "lector habituado a comprar en librerías".

Perdón por el desliz. ;)

Alejandro Laurenza dijo...

En lo personal soy un lector asiduo, y los precios de los libros me resultan altísimos. Tal es así que pocas veces pienso en ir a una librería a comprar una novedad. Suelo recurrir a libros usados, a colecciones económicas de clásicos o contemparáneos, etc.

Por otra parte, soy escritor independiente (al menos por ahora), y me dedico a vender personalmente mis libros. Me gano la vida de esa manera. Los compradores suelen sorprenderse por el bajo precio de tapa, aún cuando ese precio para mí es más que satisfactorio.

Evidentemente, la cadena habitual de publicación, distribución y venta está fallando en algún punto: es ineficiente, o hay actores que obtienen más beneficios que lo aconsejable. Y allí perdemos todos.

Saludos.

Lawrernce Leydor dijo...

El link del articulo ya no es correcto, pues dejaron de estar en blogspot hace unos meses. Ahora la revista Tramas está en http://www.tramaeditorial.es/.