Esta vez, según Mike Cane.
1. A una cubierta digna.
2. A un índice (con enlaces a los capítulos respectivos).
3. A una maquetación correcta.
4. A subrayar pasajes (y mantenerlos en la privacidad).
5. A marcar tantas páginas como se quiera.
6. A copiar pasajes.
7. A ilustraciones legibles (por medio de zoom o de enlaces).
8. A la corrección tipográfica previa (un ebook con más de 10 erratas debería ser reembolsable).
9. A una pantalla libre de reseñas de promoción.
Ningún ereader cumple con todos estos derechos. Muy pocos ebooks cumplen con otros. A medida que los libros digitales vayan ganando mercado, los editores tendrán que tomárselos en serio o aceptar que por un archivo descargable mal configurado y sin cuidado editorial no habrá nadie dispuesto a pagar.
1 comentario:
Yo todavía me sigo preguntando por qué tantas editoriales son tan puntillosas con los libros en papel y hacen eBooks como si los cagase una vaca. Hacen el uso más atroz que se puede hacer del calibre y publican el libro a un precio tan elevado que pareciera que el costo de haberlo pasado por un software gratuito fuese millonario.
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